Alberto Núñez Feijóo dibujó ayer un escenario electoral con la crisis como enemigo y que sitúa dos opciones ante los gallegos: el PP y el resto. Por ello, el candidato popular a la reelección como presidente de la Xunta reclamó un voto de "estabilidad, unidad y crecimiento" para los próximos cuatro años. Lo hizo rodeado de la plana mayor de su partido en una pegada de carteles que se realizó en el interior de un hotel compostelano, donde reclamó confianza para darle continuidad al proyecto que arrancó el 1 de marzo de 2009, cuando tumbó gracias a un escaño el recién nacido bipartito. Frente a él, lo que entiende una sopa de siglas que pactará para desalojar al PP. "Mi única coalición es con los gallegos. No me presento contra nadie, sino contra la crisis", diferenció. Por ello, su gobierno podría empezar a trabajar "desde el primer día".
Feijóo adelantó el eje discursivo de su campaña, basado en la teoría de la anticipación, usando el lema electoral de su partido Galicia primeiro. Galicia ha sido la primera en fijar la austeridad como guía de actuación, embridar el déficit y preparar el terreno para la recuperación. "A lo largo de estos cuatro años Galicia se anticipó al resto de España y ahora está por delante. Está más preparada ante la crisis, ante la desconfianza, ante la inestabilidad y para la recuperación. Hicimos los deberes: tenemos menos déficit, menos deuda y menos paro que España, pero ni me conformo ni podemos conformarnos", se posicionó esgrimiendo también el plus de resistencia que las estadísticas confieren a la comunidad que gobierna desde hace cuatro años.
Como argumentos para reclamar el voto a la ciudadanía, el líder popular alegó la estructura de su partido. Con unidad interna, lograrán, prometió, que Galicia "pueda seguir respondiendo primero a los retos con soluciones".También lanzó un mensaje de unión política para que "todos los concellos formen una unidad" contra la crisis.
Al igual que en los días previos al inicio de la campaña, el término crecimiento se coló en su discurso. Para el PSdeG y BNG, este término es incompatible con las recetas de ajuste del gasto público impuestas por el PP en la Xunta y, con mayor intensidad, en la Administración central. Feijóo las definió como inseparables.
"Controlamos las cuentas para que las cuentas no nos controlen a nosotros. Por eso somos la comunidad con menos déficit, para que no se cargue sobre los ciudadanos las deudas de políticos irresponsables", explicó.
Gracias a esa política, continuó el dirigente conservador, él pedirá el voto para la reelección presentando "nuevas plazas públicas de guarderías", así como un balance en el que la Xunta "renueva y construye nuevos hospitales públicos y centros de salud", frente a otras comunidades "donde se cierran hospitales y centros de salud".
"Somos los primeros en responsabilidad y seremos los primeros en crecimiento y en la recuperación económica", se comprometió tras repetir que los desempleados serán su "prioridad" y tratará de generar "confianza" para las grandes empresas y así que crezca el empleo. "Soy consciente de que es ambicioso, en este momento, ponerse como objetivo crecer. Pero seremos capaces", cerró el candidato.
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