
La Policía Local controló el acceso al pleno de hoy, iniciado a las 8,30, con una lista de personas que no podían acceder. A todas ellas se les explicaba que existía un decreto que les prohibía el acceso y que si no estaban de acuerdo acudieran al juzgado.
Pese a ello entraron al salón de plenos trabajadores de contratas que empezaron a gritar a los pocos minutos y el alcalde suspendió inmediatamente la sesión.
Los asistentes acusaron al alcalde de comportarse «como Pilar Rojo y eso que es socialista». Al segundo intento fallido el alcalde levantó la sesión y empezó una reunión de los portavoces de los tres grupos políticos.
Esta suspensión se produce solo dos días después de que las protestas obligaran a trasladar de fecha la sesión. A media mañana hay prevista una junta de portavoces para tomar una decisión respecto a la sesión plenaria, que pretendía debatir la aprobación de los prespuestos municipales.
Fuente: LVG
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