La apuesta de las empresas viguesas por la investigación se demuestra en proyectos como el Innterconecta, en cuya primera convocatoria coparon el 38 % de la financiación
La competitividad de las empresas está definitivamente ligada a la internacionalización y, sobre todo, de la innovación. Aquellas que no se suban a ese carro es casi seguro que no tendrán una larga vida, según reconoció esta misma semana el presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra, José Manuel Fernández Alvariño.
Fue con ocasión de la celebración de una jornada sobre el programa Feder-Innterconecta II, diseñado para obtener la mayor rentabilidad posible a los recursos del Fondo Tecnológico Europeo. «Esta es la financiación que, en buena medida, nos va a permitir salir a Europa», aseguró Alvariño.
La respuesta de las empresas gallegas, con las viguesas a la cabeza -coparon el 38 % de la inversión del primer programa Innterconecta- ofrece una idea del potencial que existe. «Lo que sobra es talento», resume Alvariño.
En que Vigo marque, con diferencia, la pauta en el campo de la innovación en la comunidad autónoma tiene mucho que ver el caldo de cultivo que genera la implantación en el entorno de la ciudad de media docena de centros de investigación de primer orden, ligados a la práctica totalidad de los sectores productivos, con los de automoción y mar a la cabeza.
Colaboración
De la colaboración entre científicos de dichos centros y las empresas nacieron el pasado año un total de 26 proyectos, que se reparten 60 millones de euros. Las especiales características del tejido empresarial gallego han permitido rebajar hasta el millón y medio de euros -la previsión inicial era de cinco millones- el límite mínimo de los proyectos financiables.
El compromiso de la Xunta pasa por inyectar este año 150 millones de recursos públicos a los nuevos proyectos, que implicará que terminarán movilizándose 1.500 ya que, según Conde, «cada euro que destinamos a programas de innovación se multiplica por diez».
Aunque la fecha de presentación de proyectos al segundo Innterconecta no finalizará hasta el próximo 4 de abril, Francisco Conde está seguro de que «Vigo volverá a tener un protagonismo claro». Subraya el conselleiro de la nueva Ley de Fomento de la Investigación e Innovación pretende convertirse en un instrumento que coadyuve en esa línea.
Los futuros proyectos, como los que ya ocurre con los que están en vigor tienen que tener una duración de tres años y ser ejecutados por consorcios formados por un mínimo de tres empresas y un máximo de diez. Otra de las condiciones es que habrá de reservarse al menos el 15 por ciento de la inversión para colaborar con centros tecnológicos y de investigación.
Transferencia de tecnología
En suma, Innterconecta representa un impagable ejemplo de la transferencia de tecnología. Las empresas se apoyan en los investigadores para que encuentren las soluciones a los problemas que les plantean. Hay muchas más, pero Biofabri, Ronáutica, Sivsa o Rodríguez Lopez Auto son cuatro buenas muestras de la traducción de ese trabajo conjunto entre emprendedores y científicos.
La Xunta se compromete a inyectar este
año 150 millones de euros
Alvariño: «Esta es la financiación que nos va a permitir salir a Europa»
Fuente: LVG
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