El Sergas pagará la acometida eléctrica, competencia del Ayuntamiento
En su visita del 28 de diciembre a las obras del nuevo hospital de Vigo, la conselleira de Sanidade se enfrentó a varias preguntas de los medios de comunicación. Cuando los periodistas ya empezaban a cerrar las libretas y los cámaras apagaban sus equipos, Rocío Mosquera levantó las manos y, entre risas, disparó: «¿Non me preguntan polo convenio con Concello de Vigo?». La titular de Sanidade quería aprovechar la visita para lanzar un recado al Ayuntamiento, que lleva un año negándose a cumplir el acuerdo que le obliga a financiar la llegada de la electricidad y otros servicios básicos a la parcela de 250.000 metros cuadrados entre Beade y Valladares donde se edifica el centro sanitario.
«Estamos no momento crítico» para que el Concello acometa su parte, aseguró la conselleira. «Ponse en risco a viabilidade e os prazos do centro». Sanidade lleva un año repitiendo que hay riesgo de incumplir los plazos, pero ahora ese mensaje sí es cierto. Porque, según fuentes técnicas de la consellería, se necesitan diez meses para realizar la acometida eléctrica. Dado que la Xunta se ha comprometido a que las obras estén terminadas a finales del 2013, el tiempo apremia. Por eso en Sanidade llevan meses barajando otras opciones y el mes de enero se revela clave en esa tensa relación Xunta-Concello, así como en el futuro del hospital de Vigo.
«En enero empezaremos sí o sí», dice una fuente que conoce de primera mano los planes del Sergas. Se refiere a que el Gobierno gallego ya tiene claro que se encargará de llevar a Beade los servicios que, según el convenio firmado en el 2006, eran competencia del Concello -fibra óptica, saneamiento, abastecimiento de agua, gas ciudad, etc.-. Y si no todos, sí al menos la electricidad, que es lo que más urge. Acometerá la línea y la pagará.
La electricidad, tres millones
Fenosa ha valorado para el Sergas en cerca de tres millones de euros el coste de la acometida eléctrica, según las fuentes consultadas por La Voz en Sanidade, que creen que la estimación que ha realizado el Concello sobre el coste de todos los servicios (5 millones de euros) es bastante acertada.
Claro que esas fuentes matizan que la consellería no renuncia a recuperar la inversión que correspondía al Concello. Una opción es acudir a los tribunales, en la confianza de que los jueces darán la razón al Gobierno autónomo. Desde un punto de vista teórico existen otras opciones, como que la Xunta detraiga parte de los fondos que transfiere anualmente al Concello. De momento, ninguna de las medidas ha sido confirmada.
En Sanidade argumentan que han cumplido su parte. Porque aquel convenio tenía tres patas: Sanidade y el Sergas redactaban el proyecto, hacían el hospital y pagaban las expropiaciones, Infraestruturas gestionaba los terrenos y el Concello financiaba los servicios básicos. Estos deben estar terminados antes que las obras del centro sanitario. Las firmantes fueron las socialistas María José Rubio y María José Caride -entonces conselleiras de Sanidade y Política Territorial, respectivamente- y la popular Corina Porro -alcaldesa, a la sazón-. El convenio evitó que el Concello se encargase de expropiar los terrenos, como suele ser habitual.
Informes jurídicos del Ayuntamiento
Desde el Ayuntamiento ya tienen preparados informes jurídicos para probar que tiene derecho a no cumplir el convenio porque Sanidade ha cambiado las reglas del juego al privatizar el hospital: la unión de empresas que se encarga de su construcción explotará también los servicios no sanitarios durante 20 años. Además, el propio convenio Sanidade-Concello reconoce que se deben desarrollar nuevos acuerdos o addendas más concretos que no se han hecho.
Oficialmente, el Sergas sigue haciendo llamamientos al Concello. Pero ya tiene sobre la mesa la opción de llevar la electricidad desde este mismo mes. Y esto solo podría cambiarlo un acuerdo improbable.
Fuente: LVG
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