A la tercera tampoco irá la vencidad. En ocho meses el pleno municipal ha aprobado tres mociones reclamando que el gobierno local cambie el sistema del recibo del agua, pasando de un mínimo de 30 metros cúbicos cada dos meses al cobro por el consumo real. El lunes se tomó de nuevo la decisión, también por unanimidad y por tanto con el respaldo del PSOE, pero una vez más la previsión es que no se cumpla.
Cuando hoy le preguntaron los periodistas al alcalde evitó una respuesta directa. Se escudó en que PP y BNG gobernaron la ciudad «y no cambiaron el recibo». En función de lo ocurrido la veces anteriores todo hace indicar que nada va a cambiar y que los vigueses seguirán pagando agua que no consumen. La diferencia es que esta vez la moción establecía el plazo de un mes para presentar un informe, pero las mociones no tienen efecto imperativo sobre el gobierno local y menos ahora que ya logró Caballero que el BNG le permitiera aprobar el presupuesto del 2013.
Prórroga del contrato
De otra parte, el informe del interventor general del Concello ha dejado por enésima vez en las últimas semanas en evidencia al gobierno socialista. Hace 15 meses Caballero aprobó en solitario en la junta de gobierno local la prórroga de cinco años en el contrato de la gestión del agua en la ciudad, del 2015 al 2020. Se trataba de una decisión de calado que la ley de grandes ciudades le permite adoptar pese a que gobierna la ciudad en minoría y que BNG y PP expresaron su rechazo.
Entonces Caballero aseguró que la contrapartida a esta sustancial prórroga (Aqualia factura 50 millones al año por el recibo) consistía en una inversión de 20 millones en obras para mejorar la red. Sin embargo, esta tesis ha sido desmontada por el Interventor. Interpelado por los periodistas, Caballero se negó a aclarar nada con excusas del tipo de «¿Pregúntenle al interventor, yo soy el alcalde y no interpreto sus informes?»
Fuente: LVG
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