Samil se quedará sin bares con el fin de las concesiones

En esta década sólo quedará un establecimiento abierto y sin opciones de continuidad


El antiguo restaurante As Dornas es una ruina desde hace cinco años, cuando finalizó la concesión y no fue renovada (en 2008), y los otros cuatros bares situados en Samil seguirán progresivamente el mismo camino con fecha ya fijadas: en esta misma década tendrán que echar el cierre el Jonathan (el 29 de abril de 2016) y el Camaleon (20 de diciembre de 1919) por lo que se quedará uno solo en pie y sin competencia, el San Remo, que tiene permiso administrativo durante muchos más años hasta octubre de 2025



Por tanto, la principal playa viguesa, con miles de usuarios especialmente durante el verano, se irá quedando progresivamente sin servicios a pie de arena ya que el Plan General de Ordenación vigente prohíbe de forma expresa que haya estas instalaciones de restauración en la línea entre la avenida de Samil y la playa.

El concejal del PP Antonio Bernárdez, que ayer se desplazo hasta Samil para señalar la ruina de As Dornas y la necesidad de su demolición, recordó que la única posibilidad para mantener las dotaciones de ocio pasa por desarrollar el Plan de Urbanismo, lo que a su vez exige un intenso trabajo desde el ayuntamiento para conseguir terrenos y poner en marcha los ámbitos proyectados en el entorno. Sólo así se podrían cumplir las previsiones del PGOM y construir una nueva avenida de Samil, retranquear el muro y permitir servicios de restauración permanentes a la altura de la avenida. En verano el ayuntamiento autoriza 'chiringuitos' y kioscos provisionales durante tres meses que al menos palian la falta de establecimientos hosteleros.


'VERANO' EN SAMIL
Lo cierto es que ayer había miles de personas en Samil en la segunda jornada con altas temperaturas y ante la presencia del concejal del PP y medios de comunicación expresaron su sentir mayoritario a favor de que se derribe As Dornas por su peligrosidad pero que Samil disponga de lugares donde poder tomar un refresco o comer un bocadillo. Vigo alcanzó una temperatura máxima situada entre los 23 y los 25 grados en función de la estación de control de Meteogalicia (la del centro y la del Instituto de Investigaciones Marinas en Bouzas, que fijó la más alta del año hasta ahora). Las previsiones anteriores se cumplieron y el calor apretó en abril, aunque de cara a los próximos días el departamento meteorológico de la Administración gallega mantiene que habrá una caída del mercurio con nubes y posibles precipitaciones en los últimos días de abril.


Fuente: AD