miércoles, 15 de mayo de 2013
La aduana portuaria acaba con el colapso al agilizar la burocracia
Ningún contendor tarda ya más de tres días en ser despachado.
El colapso burocrático de la aduana portuaria parece que ya es historia. Aunque aún no se garantiza el despacho de contenedores en 24 horas -es la aspiración de los empresarios-, hace meses que ninguno soporta los cinco días de espera que llevaron a algunos usuarios a elegir Leixões en detrimento de Vigo para evitar lo que consideraban una incomprensible dilación en las descargas y, con ella, unas pérdidas que no estaban dispuestos a asumir.
Parece que las reuniones a tres bandas -Gobierno, operadores y responsables de la aduana- que promovió Ignacio López-Chaves han empezado a dar resultado. La misión de mediar ante los distintos estamentos gubernamentales que intervienen en el despacho de la mercancía se le encomendó a Samuel Juárez.
El presidente de la Cooperativa de Armadores, Javier Touza, uno de los asiduos de dichas reuniones, afirma que «estamos en ritmos ordinarios medios de tres días», ya cerca de que es la media de los principales puertos de Europa, que raramente superan los dos días.
El hecho de que no sea este un momento de excesivo tráfico de contenedores -Vigo prevé despachar este año 200.000- resulta un gran aliado. La prueba de fuego se pasará a partir de junio y, sobre todo, en julio y agosto que, junto con diciembre, son los meses con mayor actividad del año en la terminal de Guixar. Esto no implica que se esté descargando menos pesca congelada, sino que buena parte de ella no llega en portacontenedores, sino que lo hace en buques mercantes. En este caso la carga se traslada inmediatamente a los distintos frigoríficos de la ciudad -Vigo es líder en capacidad frigorífica de Europa con 800 metros cúbicos-, donde las inspecciones sanitarias y documentales siguen un curso diferente.
Vigo será el puerto piloto en el que Europa ensayará la ventanilla única y, con ella el despacho casi inmediato de mercancías. Pero ese es un proyecto que lleva tiempo -no menos de dos años-, por lo que, entre tanto se impone buscar soluciones intermedias. En esa búsqueda de soluciones hay que inscribir el encuentro que López-Chaves mantuvo ayer en Rotterdam con responsables de Aduanas y autoridades sanitarias de la mayor terminal de Europa. Se trata de comprobar in situ cómo consiguen los buenos ratios que alcanzan en el despacho de contenedores. Por el puerto holandés transitan cada año una media de 400 millones de toneladas de mercancías, de la que la mayoría solo están de paso.
Fuente: LVG
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